*Artículo de opinión.
El reparador de ocasión indebidamente señalado por otros como aficionado de la
Electrónica, en ningún caso es ni será la
persona ideal como para solucionar un servicio técnico en cualquier etapa de un
equipo electrónico de última generación, mucho menos cuando para enfrentar la
avería es absolutamente necesario poseer un conocimiento sobresaliente de la
rama. Es por ello que son nulas las expectativas que él obtiene si
solicita asistencia en los foros de la Internet, espacios en donde recibe
información puntual que no sabe interpretar por falta de conocimientos. Sin
embargo, su lamentable ignorancia –dicho con todo respeto- le hace creer que
para reparar equipos de audio y video, sean estos o no de última generación, es
suficiente que un alma piadosa de las que abundan en
la red, le cite el componente exacto para cambiar y que a partir de este hecho,
todo lo demás resulte de pleno regocijo y felicidad.
Son estos personajes quienes
además de dañar todo lo que sus manos tocan, constantemente usurpan las
funciones del verdadero técnico de servicio. Son ellos a quien la comunidad
auténtica de reparadores debe su desprestigio y además, la desconfianza absoluta
y patente que el posible cliente le hace al profesional de la
Electrónica cuando
lo visita por primera vez. La conducta es clara, pero también reveladora,
pues el solicitante seguramente ya vivió experiencias nada gratas y por tanto
está en todo derecho de averiguar si su equipo electrónico se quedará en buenas manos.
La divergencia más clara que
existe entre un técnico de servicio -por más humilde que éste sea- y un
usurpador de la profesión, es que al contrario de aquél, éste se niega sistemáticamente
a capacitarse por lo que jamás en su vida abre un manual de servicio ni está en
condiciones de interpretar la información maravillosa contenida en ellos aunque
sin embargo, puede ir más lejos: cuando no sabe que los documentos existen y
que a diferencia de hace un tiempo en que había que pagar por ellos, ahora se
obtienen gratis desde la red, aunque dicho sea de paso, un usurpador tampoco se
preocupa por buscarlos, prefiere que alguien de la red no sólo lo haga por él:
el cinismo también le alcanza para pedir que el documento le sea enviado cuanto
antes por e-mail.
La conducta de un usurpador
de la profesión, resulta muy particular: Su supremo deseo es hacer las cosas de
un modo que todo le resulte lo más sencillo posible y por tanto, sin la exigencia
del menor de los esfuerzos. Sin duda, es ésta la auténtica razón por la que él
ha elegido ser un usurpador de la profesión de Electrónica, disciplina
que otros ejercen con toda responsabilidad, honran y además, aman.
Está visto que tal clase de
individuo, jamás se interesa en estudiar un ápice de Electrónica pues considera que todo en ella es fácil y durante el servicio,
su ambición vehemente se reduce tan sólo en cambiar piezas aunque antes, debe
haber alguien –también de la red- que le sugiera por cual de todas ellas
empezar. Los simples hechos de pensar o razonar, son dos verbos inútiles para conjugar en éste y en cualquier
otro orden de su vida, claro está.
En el foro de Electrónica que se quiera y mande, la información develada en los mensajes publicados
por cada miembro, establece por sí misma la diferencia que nos permite saber
cuando en lugar de un compañero de profesión, entablamos contacto con un
usurpador de la profesión a quien resulta inútil orientar cuando pide
ayuda. Otros visitantes en un foro, son nuestros clientes o gente común
cuyas intervenciones en tan importantes espacios de debate son de otra
naturaleza: De ninguna manera me estoy refiriendo a ellos, aunque también
aclaro:
Los usurpadores de profesión
como cualquier otro usuario de la red, están en pleno derecho de participar en
los sitios que elijan y el resto de miembros, tiene la obligación moral de
respetar cualquiera de sus expresiones. El término que ahora utilizo para
referirme a estos amigos, no es con intensiones peyorativas sino meramente
descriptivas y cito amigos porque llevo mucho tiempo navegando en la Internet y ahora tengo
muchos; de todos ellos, algunos dejaron la usurpación hace tiempo para
convertirse en magníficos técnicos de servicio.
En cuanto a la reparación de
aparatos electrónicos, se acabaron aquellos tiempos en donde con relativa
facilidad, el campo de la investigación no era "absolutamente necesario". La de hoy, es otra época y entre otros aspectos, establece que
en la aplicación del servicio técnico a equipo de última generación, es imprescindible un estudio preliminar del problema en
particular antes de acudir al campo de la práctica, consideraciones que no son
del menor interés de un usurpador de la profesión, la Internet está muy bien nutrida de ellos y no obstante, el mundo con o sin
usurpadores, aunque mal, así funciona.
En resumen, la condición del usurpador es lamentable y no lo será por el hecho de que jamás en su vida pisó un plantel escolar de la rama de Electrónica sino porque su deseo, es simplemente no hacerlo.
En resumen, la condición del usurpador es lamentable y no lo será por el hecho de que jamás en su vida pisó un plantel escolar de la rama de Electrónica sino porque su deseo, es simplemente no hacerlo.