Apagón analógico.

*Artículo de opinión.

Apagón analógico, realidad en 2013.

En 2013, Tijuana -la ciudad más importante del estado de Baja California en México- se constituyó como la primera región de la América Latina en experimentar el acontecimiento tan anunciado que significa el cese de las transmisiones de señal de televisión abierta, lo que en términos reales, el gobierno mexicano y el mundo entero denominan como el apagón analógico.

 En el primer minuto de la madrugada del martes 28 de mayo de 2013, ante un ordenamiento de carácter gubernamental, la ciudad fronteriza de Tijuana adoptó el estándar estadounidense A53/ATSC por lo que la señal abierta de televisión había desaparecido y con ello, miles de ciudadanos -que en ese momento no contaban con un descodificador que el estado mexicano anticipadamente les prometió y que nunca les dio-, se quedaron sin la posibilidad de utilizar su televisor que sólo capta la señal de NTSC.

Por aquéllas fechas, el estado de Baja California Norte tenía en agenda un proceso electoral para la elección a gobernador y otras responsabilidades administrativas que la clase política en México invariablemente se jacta en señalar como “cargo de elección popular”: Sarcasmo o chascarrillo sólo válidos en un país que desde siempre ha vivido una democracia simulada. 

En acorde con sus propias ambiciones e intereses y muy lejos de las necesidades reales de los ciudadanos en Tijuana, la clase política dio marcha atrás al apagón analógico 3 días después de que éste se había consumado: La señal de televisión y su propaganda llena de mentiras, finalmente sería factor decisivo en los destinos de dos partidos políticos de derecha y sus candidatos aspirantes a tan jugosos puestos de elección.  Ante la expectativa, a principios de junio de 2013, de la mano del actual presidente de México Enrique Peña Nieto, Tijuana había devuelto la señal analógica a sus gobernados bajo la advertencia de que sólo sería temporal –en realidad el tiempo suficiente para sentar en la silla al nuevo gobernador– y así ocurrió: 53 días después, el 18 de julio de 2013 la señal convencional de televisión abierta desapareció por completo y para siempre del espectro radioeléctrico en Tijuana de modo que sólo por la transmisión de Televisión Digital Terrestre, es que los habitantes de Baja California vieron a su nuevo y flamante gobernador electo, Arturo Vega de Lamadrid postulado por el Partido Acción Nacional.

Desde entonces y de acuerdo con información de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), el apagón analógico continuaría con su proceso en forma escalonada: Le seguirían Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y Monterrey, regiones en donde está contemplado que la señal analógica desaparezca desde el primer minuto de la madrugada del 29 de mayo de 2014.  Así mismo, el calendario de Cofetel, establece el 26 de noviembre de 2014 como la fecha en que la señal analógica desaparecerá en la ciudad de México, centro del país y Guadalajara y el siguiente año se hará en el resto de las ciudades en el país con el fin de que el 31 de diciembre de 2015 se concluya la transmisión de las señales analógicas en territorio nacional, dando así cumplimiento al decreto presidencial de 2010.

El acontecimiento social y la incertidumbre que desde entonces ha producido el apagón analógico en Tijuana, Baja California, ha contribuido en frenar la economía sustentable de todo Centro de Servicio Electrónico cuyo principio rector descansaba en la fuerte demanda que hasta hace poco tiempo existía a cuenta del servicio a televisores convencionales, circunstancia que durante muchos años fue y ha sido el verdadero pilar de su economía.

Desde un punto de vista técnico, ¿que hay respecto al moderno televisor digital? Salvo en casos contados, la mayor parte de estos receptores, llámense de plasma, led, lcd y un largo etcétera, no cuenta con posibilidades reales de reparación: A diferencia del consumidor común y corriente, el gremio electrónico lo sabe muy bien y es así que viene preparándose aunque para ello, existe un margen muy reducido de refacciones nuevas que le permite a éste realizar un trabajo seguro y 100% profesional:  Muchos consumidores ignoran que para volver a ver en funcionamiento a su televisor digital, en la mayoría de las ocasiones y a falta de repuestos, al receptor se le instala material que se recupera de otros equipos y basta con ver un ejemplo de tan particular universo 
-herencia de lo que nos deja la nueva tecnología- si damos un click aquí.

En materia de telecomunicaciones, es cierto que México y la América Latina aún no están preparados para vivir como hoy día lo hacen las potencias extranjeras de la Unión Europea, citemos un ejemplo sobre tal disparidad: En septiembre de 2006, -de esto hace más de 7 años- Luxemburgo fue el primer  país del orbe en realizar la transición completa a la emisión digital mientras que en la ciudad de México, la penetración actual de la misma señal es del 29.9 por ciento, en Nuevo León de 21.1, en Aguascalientes de 14.8, en Oaxaca de 5.6 y en Chiapas de 4.4 por ciento.

Y desde las fechas en que ocurrió el apagón en la ciudad fronteriza de Tijuana, la incertidumbre en México, continúa.  El televidente cuya posibilidad económica no le permite adquirir un Tv digital,  interroga con cierta frecuencia al reparador:

¿Es cierto que estos televisores van a desaparecer?  Pregunta de obviedad a la vista: En los grandes centros comerciales de México, el receptor de televisión fabricado con tubo de rayos catódicos se ha esfumado de sus exhibidores. Por lo pronto, no queda otra medida que preservar los millones de unidades que aún existen y darles utilidad hasta donde sea posible: estos receptores serían reaprovechados mediante el uso de un descodificador de señal digital/analógica, medida que en tiempos electorales el gobierno mexicano y la clase política bien podrían aprovechar ofreciendo la caja mágica a cambio del sufragio, tal como ya lo hicieron en Tijuana.  Recordemos que el proceso electoral del periodo 2014-2015, cada vez está más cerca; entre otros cargos públicos, de ahí se "elegirá" la nada despreciable cantidad de 500 lacayos -en México estas piltrafas se autodenominan diputados- que servirán para renovar el congreso y asegurar la voracidad sin límite de la rapiña neo-liberal.

¿El precio eventualmente elevado de un descodificador terminará por inhibir el uso del televisor de señal analógica?  Ésta es una perspectiva que no queda del todo clara.  Lo verdaderamente evidente, está en los números del propio Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el INEGI, veamos:

Al momento de escribir estas líneas y de acuerdo con la información del organismo gubernamental, sólo el 25% de los hogares en el país cuenta con un televisor digital y la población actual en México es de 118 395 054 habitantes. 

En la actualidad, el estado de Baja California Norte tiene 3 381 080 habitantes y Tijuana es la ciudad más grande de la región con 1 670 365 habitantes (49.4% de la población total del estado).  De acuerdo con las mismas cifras del INEGI, sólo el 19% del total de los televisores en la ciudad de Tijuana es digital, hecho que entre otras cosas, demuestra la insensibilidad y la torpeza de quienes dicen gobernar a México.

El apagón analógico de inicio, estaba contemplado para el año 2021 en territorio mexicano, tiempo más que suficiente para facilitar una transición ordenada y adecuada para una nación que desde siempre ha estado “en vías de desarrollo”. Sin embargo, las ambiciones de los verdaderos dueños del capital, han obligado a las administraciones de los gobiernos actuales en apresurar la fecha de tan crucial acontecimiento: en el cuarto informe presidencial (septiembre de 2010) el entonces primer magistrado de la república emitió un decreto que determina el cambio de fecha de 2021 hacia diciembre de 2015.

No hay duda: Una vez que la señal analógica desaparezca por completo, los barones del dinero -en este caso los dueños de los consorcios de televisión, Televisa y TV Azteca- devolverán el espectro radioeléctrico de 700 Mhz que  en un principio les fue asignado por el Estado como concesión para después reclamarlo y vender más servicios digitales, el negocio de moda en el mundo. Contrario a lo que muchos aún creen, téngase presente que en franco amasiato con el Fondo Monetario Internacional, son los señores de las poderosas cadenas de televisión quienes además de imponer presidentes de la república a capricho, dictan las disposiciones sociales, políticas y económicas en México en clara salvaguarda de sus propios intereses. Para el ciudadano informado de los tiempos actuales, el Congreso de la Unión y su primera magistratura, sólo son caricaturas de muy mal gusto, por no decir pesadillas.

En cuanto al gremio electrónico, lo único cierto del apagón analógico, es que el trabajo ha caído en porcentajes catastróficos y que en algunos casos amenaza la propia existencia de éste.  Se acabaron las décadas de dicha, tranquilidad y estabilidad económica producto del servicio a televisores convencionales.  La época actual, ya es otra: la del capitalismo salvaje.

Y aunque la época actual sea distinta, no dejan de conmover esos comentarios tan simpáticos de parte de ciertos consumidores de televisores digitales al momento en que éstos solicitan servicio técnico, por ejemplo cuando su receptor no enciende y pretenden iluminarnos por que hay que decir que consigo, ellos ya traen su propio diagnóstico: 

“Yo creo que es un sensor, o algo se desconectó, porque todo le funciona muy bien, lo único que mi televisor tiene, es que no enciende.  ¿O será que el fusible se fundió?".

¡Humor negro!